jueves, 26 de abril de 2012


Juventud

Bajo mis faldas
los sueños de niña
acurrucados en mis rodillas
y este sueño de mujer
en mi regazo

Bajo mis blusas
el lánguido temblor
de la añoranza
y este cuerpo de mujer
con dos montañas

Bajo mis ojos
la lluvia de abril
que escurre suave
y en dulce juventud
pupilas claras
que asoman a mi dulce
madurez!

Eileen


DE LECHE Y MERMELADA

De leche y mermelada las tardes del pueblo
y el tren en la estación del alma, que avanza
y se pierde en la memoria
como un susurro suave de zorzales
que en las ramas, anuncian cuando el alba
asoma desnuda su mirada y amanece…

Ay cuanto añoro las meriendas con la abuela
y sus cantos de guitarra blanca…su cara…
de mirada dulce y amorosa como alondra
que adornaba mi ventana con sus rosas
y mi vida…con su risa de cigarra…

De leche y mermelada las tardes de mi alma
que afloran en recuerdos que me encantan,
de mi dulce intimidad entre mis sueños…
la inocencia en mi niñez…alma de niños…
y mi suave juventud…entre jilgueros!

Eileen


LA ANCIANA EN LA VENTANA
(POR LOS VIEJITOS EN LOS ASILOS)

El estéril vaivén de los vientos apretaba fuertemente su ansioso respirar cansado y sus ojos, mirando hacia la noche que desnuda ( coqueteaba con la luna), intentaron contener el sueño que hacia de sus párpados dos mármoles pesados de silencios, queriéndose abrazar a sus sábanas ajadas por el tiempo, como su rostro viejo y su pelo desteñido, triste recuerdo de su juventud lozana…y cabelleras negras como selvas vírgenes que pueden ensancharse hasta los mares y mezclarse con la arena tibia bajo el sol del alma, que brilla en suavidad perpetua en su memoria…

Absorta en el tic tac sediento del reloj de aquella plaza que retumba en su silencio…quería aferrarse al escrutinio de sus ojos traviesos y curiosos que habían visto el mundo y sus rincones por tantos años, que hacía mucho había perdido la cuenta de sus pasos arrastrando los recuerdos, algunos mal heridos y otros olvidados, más todos… como vástagos preñados de nostalgias que intentaban contarle aquella historia de su vida, lejana, silente y retratada, en ese viejo álbum suyo de etiquetas despintadas y de pálidos colores en esos rostros tan amados de antaño y que hoy susurran sus olvidos.

Y en un final esfuerzo por mantener sus pupilas de estrellas apagadas abiertas a la noche…el sueño se acurrucó en sus ojos, mausoleos de mil imágenes amadas y lugares recorridos, como sombras por los años…y durmió como una golondrina sobre esa almohada blanca que llegaba a confundirse con sus largas canas bordadas de plata…y exhaló un suspiro…en el momento exacto en que como un ángel, abandonó su antigua morada… de su cuerpo sin vida tendido en la cama!

Eileen


1 comentario:

Gildardo Gutiérrez Isaza dijo...

Bajo mis faldas
los sueños de niña
acurrucados en mis rodillas
y este sueño de mujer
en mi regazo


Bajo mis blusas
el lánguido temblor
de la añoranza
y este cuerpo de mujer
con dos montañas

Estos versos hablan por si solos, son magnificos, maravillosos, tienen la esencia de la mujer, la grandeza de ustedes de ese ser hecho carne, pasión, ternura y amor. Muy bien logrado.