Por esa mujer del campo, fuerte y valiente!
Tú que trenzas tus cabellos largos
y te sumerges en las aguas cristalinas de tu pueblo,
a ti que te gusta andar descalza…
por la hierba mojada y crecida por la hojarasca,
Tú que callas mil veces
ante un ocaso desnudo de estrellas blancas,
y recoges margaritas con tus faldas
A ti te escribo
en los manglares de mis letras!
Tú que cantas al ocaso de la tarde
y preparas la merienda de los hombres,
a ti que siembras bajo el sol que tanto arde
y que arrullas a los niños cuando duermen
A ti te escribo
(mujer del campo que enaltece)
de semilla siempre verde y tierra fértil
en los surcos adheridos a mis versos!
Por tu fuerte corazón con cicatrices
por tus blusas coloridas y rasgadas,
por tus piernas agrietadas por la vida,
por tu lucha y por correr en estampida
antes de caer la noche fría para alimentar a tus crías
…con los frutos de la selva…
Yo por eso escribo a esta mujer de piedra!
que en las manos lleva vida en la faena,
que en sus ojos, lleva calma a donde quiera,
y florece en soledad, sin primaveras!
A ti mujer comprometida en las entrañas
con tu pueblo, con tu tierra y tus laderas,
que llevas leña hasta tu casa sin fronteras
y deslumbras con tu piel llena de arrugas…
A ti te escribo en humildad del alma,
por tu basta integridad y tu constancia!
Eileen