Ay de la ciudad deshabitada en medio del silencio de los hombres, donde las guerras se van formando y el dolor de los heridos gime debajo de los escombros. Ay de la codicia de aquellos que buscan las riquezas en las manos y mutilan la esperanza de su pueblo! Ay de aquellos, que en falsa integridad matan al hombre! Eileen Ovalle
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