viernes, 12 de febrero de 2010


EL DOLOR DE LA GUERRA

Que mundo tan indiferente
a la guerra de su hermano,
al sudor que hay en su frente
y a la sangre de sus manos

A la madre destrozada...
a la esposa abandonada,
que llorando por su duelo,
las ignoran sin consuelo.

Porque es una tristeza...
el ver tanta pobreza,
con esas vidas perdidas...
tan sólo de la noche al día...

La avaricia de gobiernos
vuelve al mundo en un infierno,
mientras las demás naciones
sólo expresan opiniones...

Al hombre le falta conciencia
porque en su indiferencia,
destruye sin piedad
a su propia humanidad.

Cuántas veces me pregunto
qué le pasa a este mundo...
por qué dejó de amar,
para empezar a matar...

Porque el más fuerte
en su afán es tan hiriente,
con sus bombas y venganza
aniquilan la esperanza

Y nosotros sólo vemos
las noticias y sus muertos,
y con toda esa desgracia
no rezamos ni plegarias.

Debemos recapacitar
ante tanta frialdad...!
de ver a tanto hermano
sufriendo tal maldad!

Este mundo indiferente
donde muere tanta gente,
donde aquellos que aún confiamos
muchas veces olvidamos...

De unir los corazones
en cadenas de oraciones,
para pedirle al Señor...
que renueve nuestro amor!

Y es que al ser tan vanidosos
olvidamos los despojos...
y ese grito de la muerte
que se escucha en tanta gente.

Construyamos un mañana
donde brille la esperanza...
y dejemos la apatía...
ante toda esa agonía.

Y busquemos la bondad
dando al alma libertad...
de encontrar una manera
de vencer esa quimera.

Pero no seas insensible
ante el mundo tan terrible,
de la guerra y el dolor...
donde falta tanto amor.

Busca al menos un motivo
dentro de tu corazón...
de ayudar al desvalido
en su llanto y su dolor.

Por eso hoy le escribo
al dolor que hay en la guerra,
por todos los cautivos...
alejados de su tierra.

Por el niño destrozado
que se siente abandonado,
para que tiendas tu mano...
y que no olvides a tu hermano!

Eileen

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