Juventud
Bajo mis faldas
los sueños de niña
acurrucados en mis rodillas
y este sueño de mujer
en mi regazo
Bajo mis blusas
el lánguido temblor
de la añoranza
y este cuerpo de mujer
con dos montañas
Bajo mis ojos
la lluvia de abril
que escurre suave
y en dulce juventud
pupilas claras
que asoman a mi dulce
madurez!
Eileen
DE
LECHE Y MERMELADA
De leche y mermelada las tardes del pueblo
y el tren en la estación del alma, que avanza
y se pierde en la memoria
como un susurro suave de zorzales
que en las ramas, anuncian cuando el alba
asoma desnuda su mirada y amanece…
Ay cuanto añoro las meriendas con la abuela
y sus cantos de guitarra blanca…su cara…
de mirada dulce y amorosa como alondra
que adornaba mi ventana con sus rosas
y mi vida…con su risa de cigarra…
De leche y mermelada las tardes de mi alma
que afloran en recuerdos que me encantan,
de mi dulce intimidad entre mis sueños…
la inocencia en mi niñez…alma de niños…
y mi suave juventud…entre jilgueros!
Eileen
LA
ANCIANA EN LA VENTANA
(POR
LOS VIEJITOS EN LOS ASILOS)
El estéril vaivén de los vientos apretaba fuertemente su
ansioso respirar cansado y sus ojos, mirando hacia la noche que desnuda (
coqueteaba con la luna), intentaron contener el sueño que hacia de sus párpados
dos mármoles pesados de silencios, queriéndose abrazar a sus sábanas ajadas por
el tiempo, como su rostro viejo y su pelo desteñido, triste recuerdo de su
juventud lozana…y cabelleras negras como selvas vírgenes que pueden ensancharse
hasta los mares y mezclarse con la arena tibia bajo el sol del alma, que brilla
en suavidad perpetua en su memoria…
Absorta en el tic tac sediento del reloj de aquella plaza
que retumba en su silencio…quería aferrarse al escrutinio de sus ojos traviesos
y curiosos que habían visto el mundo y sus rincones por tantos años, que hacía
mucho había perdido la cuenta de sus pasos arrastrando los recuerdos, algunos
mal heridos y otros olvidados, más todos… como vástagos preñados de nostalgias
que intentaban contarle aquella historia de su vida, lejana, silente y
retratada, en ese viejo álbum suyo de etiquetas despintadas y de pálidos
colores en esos rostros tan amados de antaño y que hoy susurran sus olvidos.
Y en un final esfuerzo por mantener sus pupilas de estrellas
apagadas abiertas a la noche…el sueño se acurrucó en sus ojos, mausoleos de mil
imágenes amadas y lugares recorridos, como sombras por los años…y durmió como
una golondrina sobre esa almohada blanca que llegaba a confundirse con sus
largas canas bordadas de plata…y exhaló un suspiro…en el momento exacto en que
como un ángel, abandonó su antigua morada… de su cuerpo sin vida tendido en la
cama!
Eileen